Los pensionistas se quedan sin la paga por la desviación del IPC por primera vez desde 1998
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Ocho meses después, los precios han vuelto a subir en noviembre. Según ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha cerrado noviembre con una subida del 0,3% frente al mismo mes de 2008 por el encarecimiento del petróleo. Además, el hecho de que el dato definitivo de la inflación se haya quedado por debajo del 2%, hará que por primera vez desde 1998 los pensionistas no tengan que ser compensados por la desviación de precios.
El IPC de noviembre es utilizado por la Seguridad Social para calcular la corrección de la cuantía de la pensiones frente al objetivo oficial de la inflación del 2%. Así, cada décima de desviación entre el dato de este mes con respecto al 2% que impone la Unión Europea tiene un coste de unos 79 millones de euros para las arcas públicas que los pensionistas cobran en una paga extra en enero. De hecho, el año pasado, corregir el dato previsto con el definitivo costó a la Seguridad Social 635 millones de euros extra en pensiones. Pero más importante fue el gasto extraordinario de 2007, cuando esta factura aumentó en 3.024 millones de euros.
No obstante, el hecho de que este año el IPC se haya quedado por debajo de la previsión oficial de inflación aumenta el poder adquisitivo de los pensionistas, que han visto subir sus prestaciones un 2% a principios de año aunque, al final del ejercicio, los precios solo lo han hecho un 0,3%.
La razón de que los precios hayan dejado atrás el terreno negativo ocho meses después se explica por el precio del petróleo, que ha pasado de los 54 dólares que costaba hace un año a intercambiarse a 77,5 dólares, casi 23 dólares más, para el barril de Brent, de referencia en Europa. Suben los carburantes y, por extensión, aumenta el precio de los transportes, que con un avance del 0,9% son el grupo que más influye en el repunte del IPC.
Al mismo tiempo, teniendo en cuenta la evolución intermensual, el grupo que más ha influido en el incremento del IPC, que ha subido un 0,5% con respecto a su nivel de octubre, han sido, además de los transportes, el vestido y el calzado, que con la llegada del frío y el consecuente cambio de armario se han encarecido un 4,5%.
Frente a esta subida, la tasa de inflación subyacente, aquella que refleja la evolución de los precios sin tener en cuenta sus componentes más volátiles como los alimentos no elaborados o los productos energéticos, avanza apenas una décima hasta el 0,2%, lo que refleja que la recuperación del consumo sigue sin consolidarse.
Fuente: el pais.com
El IPC de noviembre es utilizado por la Seguridad Social para calcular la corrección de la cuantía de la pensiones frente al objetivo oficial de la inflación del 2%. Así, cada décima de desviación entre el dato de este mes con respecto al 2% que impone la Unión Europea tiene un coste de unos 79 millones de euros para las arcas públicas que los pensionistas cobran en una paga extra en enero. De hecho, el año pasado, corregir el dato previsto con el definitivo costó a la Seguridad Social 635 millones de euros extra en pensiones. Pero más importante fue el gasto extraordinario de 2007, cuando esta factura aumentó en 3.024 millones de euros.
No obstante, el hecho de que este año el IPC se haya quedado por debajo de la previsión oficial de inflación aumenta el poder adquisitivo de los pensionistas, que han visto subir sus prestaciones un 2% a principios de año aunque, al final del ejercicio, los precios solo lo han hecho un 0,3%.
La razón de que los precios hayan dejado atrás el terreno negativo ocho meses después se explica por el precio del petróleo, que ha pasado de los 54 dólares que costaba hace un año a intercambiarse a 77,5 dólares, casi 23 dólares más, para el barril de Brent, de referencia en Europa. Suben los carburantes y, por extensión, aumenta el precio de los transportes, que con un avance del 0,9% son el grupo que más influye en el repunte del IPC.
Al mismo tiempo, teniendo en cuenta la evolución intermensual, el grupo que más ha influido en el incremento del IPC, que ha subido un 0,5% con respecto a su nivel de octubre, han sido, además de los transportes, el vestido y el calzado, que con la llegada del frío y el consecuente cambio de armario se han encarecido un 4,5%.
Frente a esta subida, la tasa de inflación subyacente, aquella que refleja la evolución de los precios sin tener en cuenta sus componentes más volátiles como los alimentos no elaborados o los productos energéticos, avanza apenas una décima hasta el 0,2%, lo que refleja que la recuperación del consumo sigue sin consolidarse.
Fuente: el pais.com
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