Obama quiere acabar con los bonos

La Casa Blanca pedirá a grandes compañías estadounidenses que reduzcan drásticamente los bonos que pagan a sus más altos ejecutivos.
Las siete corporaciones que más dinero recibieron del gobierno para salir de la crisis tendrán que cortar los pagos extra hasta en un 90% a sus 25 empleados mejor pagados.
Se trata de Bank of America, AIG, Citigroup, General Motors, GMAC, Chrysler y Chrysler Financial, empresas a las que el Tesoro de Estados Unidos entregó miles de millones de dólares durante la crisis financiera global.
Obviamente la Administración sintió que tenía que hacer algo ante el creciente sentimiento de odio de la gente de la calle hacia Wall Street. Muchos ven injusto que los jefes que ayudaron a crear esta crisis estén siendo recompensados meses después
Mark Mardell, BBC
El ejecutivo estadounidense recriminó en varias ocasiones a estas compañías que aún no devolvieron todo ese dinero y sin embargo siguen pagando astronómicos sueldos y bonos a sus ejecutivos.
Además, bajo los planes de la Casa Blanca, los altos ejecutivos de la banca también necesitarán un permiso especial para recibir viáticos por valor de más de US$25.000 al año, incluyendo gastos de auto de la compañía.
Según los medios locales, fue el llamado "zar de los salarios" del gobierno, Kenneth Feinberg, quien planeó este recorte en los pagos a ejecutivos, que no afectaría a otras pequeñas compañías ni a las que devolvieron el dinero del plan de rescate.

Ciudadanos descontentos
Como explicó el editor de la BBC para EE.UU., Mark Mardell, esta decisión obedece además al creciente descontento de los ciudadanos que luchan por salir de la crisis.

El plan no afectaría a compañías que devolvieron el dinero del plan de rescate.
"Obviamente la Administración sintió que tenía que hacer algo ante el creciente sentimiento de odio de la gente de la calle hacia Wall Street. Muchos ven injusto que los jefes que ayudaron a crear esta crisis estén siendo recompensados meses después", dijo el periodista.
A comienzos de año, el presidente Barack Obama se mostró "indignado" al conocer que AIG, beneficiaria de uno de los planes de rescate estatales, daría US$164 millones en bonos a sus ejecutivos.
También esta semana, uno de sus asistentes, David Axlerod, dijo que estos pagos eran "ofensivos".
Axlerod le aseguró a la cadena de televisión ABC que las compañías "deberían pensar en lo que han hecho y recordar que hace un año muchas de estas empresas estaban al borde del abismo y el gobierno de EE.UU. y los ciudadanos salieron en su auxilio".
Además, el recorte de bonos coincide con un acuerdo del grupo del G-20, que en su última reunión, que se celebró en septiembre en Pittsburgh (Estados Unidos), se comprometió a poner fin a los excesos del sector bancario.


Fuente: elmundo

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