El comercio justo 'no está a la altura' en los super españoles

Las grandes cadenas de distribución españolas, que copan el 70% del mercado, "no cumplen" con las expectativas a la hora de negociar precios y condiciones con sus proveedores de alimentos para sus productos de marca propia originarios de países en vías de desarrollo.

Esto es lo que se desprende de un estudio sobre ética de los supermercados europeos impulsado por la federación Consumers International para analizar el desarrollo del comercio justo, y en el que han participado varias asociaciones de consumidores europeas como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

El informe desvela que el 70% del mercado de la distribución de alimentos en España está formado por siete grandes empresas (Alcampo, Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés, Lidl, Eroski y Dia). Esto les confiere, según el organismo, "un poder enorme" a la hora de negociar precios y condiciones con sus clientes, especialmente en sus productos de marca propia.

A pesar de que el organismo percibe un aumento de la preocupación entre la ciudadanía respecto al comercio justo, la OCU asegura que "ninguna está a la altura" de lo esperado, aunque añade que "algunos muestran ejemplos de buenas prácticas". En ese sentido, la organización española otorgó sus notas más altas a Alcampo, Carrefour y Mercadona.

Esta situación no es exclusiva de España. A su nivel también se encuentran estados como Portugal, Grecia y Polonia, donde Consumers International desvela que el nivel de conciencia sobre el comercio justo es "todavía bajo".

Propuestas para mejorarlo

El documento desvela además la mayor sensibilidad de los ciudadanos europeos sobre las negociaciones con proveedores, que quieren beneficiarse de buenos precios pero "no a toda costa". Por ello, demandan a los distribuidores que planteen prácticas comerciales ecuánimes y una mayor preocupación por las repercusiones sociales de sus acciones.

En ese sentido, propone que "para no incurrir en abusos los hipermercados deben fijar condiciones razonables en sus contratos y un sistema de control transparente", así como aumentar el surtido de productos con etiqueta de comercio justo y garantizar "el cumplimiento de los derechos humanos y unas condiciones comerciales justas para sus proveedores".

Por ello, la federación europea insta también a los consumidores a que "presionen" a los grupos comerciales pidiéndoles información sobre sus políticas de responsabilidad social. "Las personas tienen mucho que decir en este sentido", sentencia.

Fuente: el mundo.es

0 comentarios:

Publicar un comentario