El Banco de España exige recortar el valor de los activos inmobiliarios de la banca un 20%
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El Banco de España ha exigido a bancos y cajas que en sus balances del ejercicio 2010 reduzcan en un 20% el valor de sus activos inmobiliarios, bienes que ya estaban contabilizados por debajo de su valor de tasación y cuyas rúbricas son conocidas como "activos no corrientes en venta".
Dichos activos están constituidos fundamentalmente por pisos y solares comprados por las entidades financieras; o bien, que han sido ejecutados al producirse el impago de los créditos hipotecarios con los que fueron adquiridos por sus anteriores propietarios; o porque constituían la garantía sobre otros préstamos.
En conjunto, en 2009 bancos y cajas tenían en sus balances unos 85.000 millones de euros en "activos corrientes en venta". Esa cifra, a lo largo de este año, se elevará a unos 100.000 millones de euros, según fuentes del sector. Por tanto, la exigencia del Banco de España supondrá aminorar los balances del conjunto del sector en unos 20.000 millones de euros.
Según distintas fuentes, los bancos españoles no van a tener grandes dificultades para provisionar esa reducción del valor de sus activos. Algunos, como por ejemplo el BBVA o Popular, ya han hecho un esfuerzo extraordinario en sus cuentas de 2009 en previsión del endurecimiento de las normas impuestas por el Banco de España.
El problema, apuntan dichas fuentes, se originará en algunas cajas de ahorro, que no sólo tienen un alto porcentaje de esos activos, sino que carecen de reservas para cumplir con las nuevas exigencias.
Hasta ahora, algunas cajas han capeado el temporal pidiendo créditos al 1% de interés al Banco Central Europeo y comprando deuda pública al 3% o al 4% de rentabilidad. Pero eso se acabó.
Las exigencias del Banco de España acelerarán, sin duda, los procesos de fusión, aunque las cajas consideran que es un listón para "para impedir en lo posible la formación de conglomerados insolventes".
Algunas cajas necesitan dinero público para seguir subsistiendo y las fusiones son un mecanismo para obtener dinero del FROB (Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria). Bruselas ha puesto dos límites a ese fondo de dinero público: Sólo podrá prestar dinero hasta el 1 de julio de este año y los créditos que se soliciten sólo podrán suponer el 2% de los activos de las entidades. Si se quiere superar esa cifra, se necesitará una autorización especial de Bruselas.
La cuestión es que ese dinero público será prestado al 7,75% y a un plazo de 5 años ¿Podrán las cajas que se fusionen pagar ese alto coste?
Fuente: el mundo.es
Dichos activos están constituidos fundamentalmente por pisos y solares comprados por las entidades financieras; o bien, que han sido ejecutados al producirse el impago de los créditos hipotecarios con los que fueron adquiridos por sus anteriores propietarios; o porque constituían la garantía sobre otros préstamos.
En conjunto, en 2009 bancos y cajas tenían en sus balances unos 85.000 millones de euros en "activos corrientes en venta". Esa cifra, a lo largo de este año, se elevará a unos 100.000 millones de euros, según fuentes del sector. Por tanto, la exigencia del Banco de España supondrá aminorar los balances del conjunto del sector en unos 20.000 millones de euros.
Según distintas fuentes, los bancos españoles no van a tener grandes dificultades para provisionar esa reducción del valor de sus activos. Algunos, como por ejemplo el BBVA o Popular, ya han hecho un esfuerzo extraordinario en sus cuentas de 2009 en previsión del endurecimiento de las normas impuestas por el Banco de España.
El problema, apuntan dichas fuentes, se originará en algunas cajas de ahorro, que no sólo tienen un alto porcentaje de esos activos, sino que carecen de reservas para cumplir con las nuevas exigencias.
Hasta ahora, algunas cajas han capeado el temporal pidiendo créditos al 1% de interés al Banco Central Europeo y comprando deuda pública al 3% o al 4% de rentabilidad. Pero eso se acabó.
Las exigencias del Banco de España acelerarán, sin duda, los procesos de fusión, aunque las cajas consideran que es un listón para "para impedir en lo posible la formación de conglomerados insolventes".
Algunas cajas necesitan dinero público para seguir subsistiendo y las fusiones son un mecanismo para obtener dinero del FROB (Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria). Bruselas ha puesto dos límites a ese fondo de dinero público: Sólo podrá prestar dinero hasta el 1 de julio de este año y los créditos que se soliciten sólo podrán suponer el 2% de los activos de las entidades. Si se quiere superar esa cifra, se necesitará una autorización especial de Bruselas.
La cuestión es que ese dinero público será prestado al 7,75% y a un plazo de 5 años ¿Podrán las cajas que se fusionen pagar ese alto coste?
Fuente: el mundo.es
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